miércoles, 27 de junio de 2007

¡Que vivan los Periodistas venezolanos!


¿FELIZ? DÍA DEL PERIODISTA


Cada 27 de junio ha sido tradición en Venezuela ver a los profesionales de la comunicación luchar por los intereses del gremio, reivindicaciones laborales y el surgimiento de más medios plurales e independientes, lejos de las trabas gubernamentales y de los grandes monopolos privados de radio y televisión (no podemos negar que han existido). Hoy el reto es otro, la lucha es otra... Y la actitud también es otra. Dan ganas de llorar cuando uno ve archivos y documentales de Globovisión de hace 4 ó 5 años, cuando salían declarando personeros del Ejecutivo Nacional y se veían los micrófonos identificados con los logos de Venevisión, Televen, la propia Globovisión, CMT, La Tele, VTV y RCTV. Pues 4 ó 5 años después, Venevisión, Televen y La Tele han sucumbido ante los vanos intereses económicos de sus dueños, que quieren seguir haciendo fortunas creyendo -ingenuamente o no, eso no lo sabemos- que no les va a pasar por encima la inclemente aplanadora del comunismo que se nos quiere imponer. VTV, ahora acompañado por muchos más medios que han nacido bajo la égida de un régimen insaciable de propaganda y del morbo farandulero de "dejarse ver" para que el populacho se encandile con su poder suprahumano. Globovisión, lanzando los últimos gritos de auxilio y las últimas bocanadas de aire de la mujer que ha quedado guindada de un cují en el patio de su rancho, luego de haber recibido la "visita" de una banda de choros, la mujer que muchos no saben que se llama LIBERTAD, se llama VENEZUELA. ...Y RCTV. ¡Ay RCTV! Sienciada hace ya un mes, lanzada por el despeñadero de la intolerancia y la tiranía, y usurpada por la nueva villana de la novela, un bodrio que ni a mi papá le gusta ver, con todo y que respalda al "proceso". En fin, ahora tenemos menos medios libres que antes. ESTAMOS PEOR QUE ANTES, cuando gente hipócrita de la calaña de un William Lara, un Vladimir Villegas, un Eleazar Díaz Rangel o una Desirée Santos Amaral se daban golpes de pecho por defender la libertad de prensa frente a los atropellos de Lusinchi, Pérez y Caldera; ahora son ellos quienes atropellan, escudados tras la maldita bandera del odio, del resentimiento social, de la mediocridad del que nunca tuvo nada porque no lo supo sudar ni llorar como uno lo hace todos los santos días desde bien temprano; esa podrida mentalidad comunista que busca que todos seamos iguales, pero igualmente pobres, que todos seamos propietarios, pero de lo que siempre será propiedad del Estado, que todos compartamos nuestros bienes, pero con quienes andan los fines de semana echados en una hamaca con un radio sonando vallenato en una mano y una botella de cerveza en la otra. Ahora estamos en medio de una Copa América que en otras circunstancias sería una hermosa fiesta, y yo estaría disfrutando en mi casa por RCTV. Corremos el gran riesgo de que, como ya es típico de los venezolanos, nos distraigamos y se nos olvide que hace un mes fueron tres mil compatriotas que les arrancaron salvajemente un pedazote de sus vidas, y en algunos casos hasta su vida toda (porque cuando un profesional de la comunicación como yo o como muchos de ustedes hace su trabajo con todo el amor del mundo, esa profesión se convierte irremediable y divinamente en su mismísima existencia)... Hace un mes fueron esos tres mil, pero después vendrán por todos nosotros. Vendrán por nuestro regionalismo cuando eliminen estados y municipios para entregárselos a supuestos "consejos comunales" (así le llaman ahora a los monigotes manipulados por el centralismo que toda la vida nos ha pisoteado como zulianos). Vendrán por nuestras empresas, desde el coloso de Polar hasta la humilde chocita de la esquina; y luego de eso vendrán por nuestra industria publicitaria, porque si el Estado ahora va a producir y a vender todos los bienes de consumo, ¿Qué sentido tendrá que los publicistas digamos que tal marca es la mejor? Y vendrán por nuestros hijos, para llevárselos a los cuarteles a gritar el maldito "Patria, Socialismo o Muerte". No estoy exagerando. Es la lógica de cualquier sistema comunista, lo hemos visto en muchos países y en muchas épocas, y ahora lo estamos viviendo en nuestro propio suelo, desde donde hace 200 años salieran nuestros padres fundadores a encender la llama de la Libertad en casi todo el continente. Esa llama ahora la sostenemos y la debemos seguir sosteniendo los COMUNICADORES SOCIALES, porque somos las figuras que el pueblo ve, escucha y lee; los que -para bien o para mal- escribimos todos los días la historia de esta Patria; los que, de ser necesario, escribiremos con tinta de sangre, como lo hiciera Tortoza, Aguirre y tantos otros, el camino que queremos que sigan nuestros hijos hacia el más simple y noble de los destinos: La Prosperidad y la Felicidad. Mi más sincero homenaje a todos los HÉROES de teclados, micrófonos y cámaras... De un orgulloso COMUNICADOR SOCIAL egresado de la ilustre e inmortal Universidad del Zulia. Lic. Manuel Jirado Arellano www.manueljirado.tk

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